EL TRABUCO ( trebuchet ) DE HERNAN CORTES EN LA CONQUISTA DE MEXICO.
( Ultima mención al trabuco – catapulta en la Historia)
A mediados de 1521 Hernán Cortes y los suyos sitiaban la ciudad de Tenochtitlán (México) que finalmente se rendiría el 13 de Agosto de ese mismo año.
Ante la duración del asedio y la escasez de pólvora, uno de los soldados españoles, sevillano y de nombre Sotelo, que había estado en las Guerras de Italia con el Gran Capitán, se ofreció a Hernán diciéndole que el sabía construir un trabuco y con ese artilugio sería más factible la rendición de la ciudad.
Los carpinteros, que iban con el ejército, se pusieron manos a la obra siguiendo las recomendaciones de Sotelo, y construyeron durante varios días , un enorme trabuco que pusieron sobre un gran estrado y a la vista de las murallas de la Ciudad donde los nativos (aztecas) veían atemorizados todo el proceso.
Llegó el día que el trabuco estaba listo y le pusieron una gran piedra de unos 200 kilos (“es un pone)” y prepararon el disparo.
Los indios muertos de miedo no sabían que hacer y los más se resguardaron donde podían, temiendo su trágico final……
Armaron el trabuco con grandes voces alzando el contrapeso y solo quedaba soltar el disparador para que girara la maquinaria y lanzase la piedra.
A la orden de disparar de Hernán Cortes, Sotelo accionó el dispositivo y la piedra subió con una fuerza impresionante, siguió subiendo más y más y al llegar a una determinada altura, quizás 50 metros, detuvo su subida, permaneció inmóvil un décima de segundo y luego empezó a bajar, primero despacio , luego cada vez más rápido y finalmente con una velocidad desorbitada hasta que con un gran estruendo cayó violentamente SOBRE EL PROPIO TRABUCO destruyéndolo , hiriendo a varios soldados y sembrando el desconcierto entre los soldados españoles.
William H. Prescott: Historia de la Conquista de Méjico
* Después de este hecho no conozco ninguna referencia histórica al uso del trabuco – catapulta en ninguna otra contienda y su utilidad fue sustituida con creces con la artillería de pólvora como lombardas, ribadoquines, morteros , etc.
(Del tal Sotelo no tengo ninguna cita posterior, pero hay quien dice que se lo dieron a los indios y se lo comieron con patatas a la sevillana).
Pepe Mateo ( Contador de historias)