
La tumba se su padre se distinguía fácilmente de todas las demás.
Era la que tenia la tierra de un color distinto y además el montículo que la cubría era un poco más alto y uniforme que los otros, lo cual era lógico ya que fue el ultimo entierro que se produjo en la aldea.
Lo que no era tan lógico era que la cruz sobre ella fuera de palo ya que él, como herrero de la aldea, había hecho casi todas las cruces bien de latón o de hierro, pero era un deseo de su progenitor porque veía la madera como mas cercana a Dios.
Algo parecido ocurria con muchos objetos de su casa . Preferia la madera al metal. Hasta las cucharas las tenian de madera y esta frecuentemente daba lugar a que su mujer , cuando se irritaba le echaba en cara esta rareza reprochándole: » Manuel eres único , mira que tener en casa de un herrero cucharas de palo …»
Manuel Maldonado , viendo que la comitiva tardaba en llegar se había dirigido a la parte de atrás de la Iglesia que era donde estaba el Cementerio de la Aldea del Trabuco.
Mientras meditaba sobre los recuerdos de su padre y musitaba una oración algo parecida a un Padre Nuestro, se le acercó Salvador de Rojas que era el el sepulturero de la aldea además de sacristán de la ermita.
Tenia también, como Manuel , el interés de que todo saliera bien ya que si el conflicto iba a más podía perder su puesto de trabajo y eso para él era un problema mayor que para sus vecinos, ya que por su destacada cojera no lo solían contratar para los trabajos en el campo.
Despues de comprobar que no los veian ni escuchaba nadie, le dijo susurrando que la cosa estaba mal, ya que habia corrido por la aldea la noticia de que el dia anterior la comitiva había estado en el Saucedo y habian hecho la ceremonia de bendecir la Pila Bautismal y el Santisimo y por lo tanto era seguro que la sede parroquial sería en el Saucedo en detrimento del Trabuco .
Además el cura parroco tendria su sede alli , a una hora de camino, con lo cual la necesidad de desplazamiento para los asuntos espirituales seguia siendo casi la misma con los problemas que eso llevaba.
Por otra parte lo daba todo por perdido ya el acto litúrgico que se iba a celebrar ese día sería, a lo más, uno de tantos sin importancia ya que para la Consagración de la Iglesia era necesaria la Pila Bautismal y un Sagrario entre otras cosas importantes y nada de eso estaba en la hasta ahora ermita.
Manuel Maldonado recordó la muerte de su padre y sobretodo el hecho que habia sufrido en su propia familia la falta de un Cura en la aldea que hubiera podido darle a tiempo la extremaunción a su progenitor y pensó también, a continuación que , de ser así, habría una revuelta con las desagradables consecuencias para los irritados trabuqueños. ya que la presencia desproporcionada de alguaciles que habían venido de Archidona preveían tal desenlace.
Le hizo a Salvador la confidencia que hacia un mes había hablado con Salvador Galan Valenzuela , que era el Alcalde de Archidona y al que le unía una lejana relación familiar.De hecho era el que le había propuesto y avalaba para el puesto de Regidor del Trabuco, y que este le había prometido que aunque el problema de la sede Parroquial era casi segura que se resolveria a favor del Saucedo, él iba a ser lo posible y lo imposible para cambiar esa opción a favor del Trabuco. ( No es que tuviera un interés especial por el pueblo, era porque su mujer era, Doña Lorenza Maldonado era trabuqueña y prima segunda de Manuel …… y mas tiran dos ……. que dos carretas).
Pero tal como estaban ocurriendo los acontecimientos, empezaba a darlo todo por perdido.
Volvió a la plaza de la Iglesia y ya estaba mas animada. De hecho ya había llegado una comitiva desde Archidona entre la que estaba el Alcalde de la Villa, Don Salvador Galán.
Había que seguir esperando ya que los que iban a practicar el Acto Religioso, cuya autoridades principales eran el Vicario De Archidona Don Lorenzo Guerrero Lozano y un representante del Obispo de Malaga el Licenciado Don Manuel Ferrer y Figueredo, Provisor y Vicario General del Obispado, tenian que venir desde el Saucedo donde efectivamente habian consagrado en el dia de ayer como Parroquia su Iglesia.
Estaban tardando demasiado.
Manuel se acerco al grupo de Archidona y saludó al Alcalde que al reconocerlo exageró el saludo pasando de dar la mano a un abrazo afectuoso, y entre nosotros ficticio, … cosas de políticos , intentando demostrar mediante ese gesto que era su protegido para el nuevo cargo que se iba a crear en el pueblo de Regidor.
Aprovechando el momento le dijo al oido que tenia que hablar urgentemente con él, ya que conociendo a sus paisanos y el interes que tenian en que la sede de la Iglesia Parroquial fuera en el Trabuco se podia organizar una peligrosa revuelta que nadie sabia como podría terminar.
Creyó escuchar entre abrazo y saludos las palabras: tranquilo Manuel, tranquilo … pero eso era imposible tal como estaban las cosas, y que probablemente irian a peor.
Pensando rapidamente le dijo que lo esperaba dentro de la Iglesia , que hasta ese momento estaba vacia y alli podrían hablar con mas tranquilidad.
Manuel Maldonado se sentó en el ultimo banco de madera de los seis que tenia la Iglesia y se dispuso a esperar al Alcalde de Archidona.
La iglesia era pequeña , pero se puede decir que acogedora, indudablemente le hacia falta una reforma ya que en el techo aparecían varias grietas que no presagiaban nada bueno.
La iluminación era muy pobre pero le daba al lugar un ambiente de tranquilidad y recogimiento: algunas velas en el altar , una lámpara de latón sobre el techo y tres faroles , dos de lata y uno de vidrio.
Podría tener unos veinte metros de ancho y unos cuarenta de largo , conformados por una sola nave.
Nada más que entrar, en un recodo a la derecha había un CONFESIONARIO con rejuela.
Al final estaba una especie de sacristía que donde se guardaban los objetos religiosos mas variopintos: Estolas, vinagreras, manípulos, casullas, etc. A la izquierda tenia una puerta que iba a una especie de almacén donde entre otras cosas estaba el ataud para los entierros y una especie de andas para sacar en procesión a las imágenes.
En el altar mayor estaba una imagen de NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD en el lugar principal y franqueandola a sus lados una VIRGEN MARIA y OTRA IMAGEN ·con corona de plata y una media luna a sus pies».
En el lateral derecho de la Iglesia estaba una SANTA MARIA EGIPCIANA » como de una bara de largo sobre una repisa de madera …..»
Manuel Maldonado , no llegaba a acostumbrarse a esta disposición de las imagenes ya que de siempre, hasta hacia seis meses , en el altar principal siempre habia estado Santa María La Egipciaca que habia sido la patrona de la aldea del Trabuco desde que el tenía uso de razón, hasta que una tarde llego una comitiva proveniente de Archidona y cambiaron, la imagen del altar mayor hasta entonces por la nueva de La Nuetra Sra. de la Soledad y Dolores, relegando la que siempre había presidido la Iglesia a un segundo plano.
En el lado izquierdo un altar de SAN ANTONIO » ….. sobre repisa de madera …. y en una mano un niño con vestidito …»
Cuatro lienzos grandes » uno de NUESTRA SEÑORA DE GRACIA, otro de JESUS NAZARENO, otro de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO y otro de SAN ISIDRO.
Otros dos » de bara y media , uno de SAN TIAGO y otro de la TRANSFIGURACION y «otro de a bara de NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA.
Quizas la paz que se respiraba en aquel lugar le habia tranquilizado mucho hasta el punto que poco a poco le estaba entrando un sopor, aumentado probabelmente por la mala noche que había pasado.
De pronto, casi entre sueños, escuchó un grito de protesta desde fuera que poco a poco se fue multiplicando pero que ante una enérgica orden del jefe de los aguaciles y un movimiento militar preventivo de los mismos las protestas se convirtieron en murmullo y estos en un silencio espeso y amenazante.
Manuel salió a la plaza , y poniendo la mano en forma de visera para protegerse de la claridad que contrastaba con la poco luz de la ermita, distinguió, entrevió, y por fin vió que delante de la Iglesia habia llegado una carroza en la que iba una mujer y a continuación una carreta con dos objetos, uno mas grande y otro bastante mas pequeño, cubiertos ambos por una tela de arpillera que los protegía del polvo del camino.
Los habian acompañado un grupo de casi veinte caballeros y personas importantes de Archidona y hasta del Ducado de Osuna.
La elegante mujer, Doña Lorenza Maldonado , bajó de la carroza ayudada gentilmente por su esposo, el Alcalde de Archidona Don Salvador Galán , que le ofreció la mano y con un simple gesto ordenó que quitaran la arpillera.
Y de pronto, casi por milagro, aparecieron en la carreta una Pila Bautismal y un Sagrario que iban a ser para la Iglesia del Trabuco.
Los trabuqueños que hasta ese momento estaban dispuestos a jugarsela por no aceptar lo que creian un engaño, saltaron en jubilo que hasta se contagió a los aguaciles y autoridades de Archidona y llovieron cientos de agradecimientos a Doña Lorenza Maldonado que elegantemente agradecía las muestras de aprecio.
Manuel Maldonado , que habia permanecido en un segundo plano una de las veces que miró a su prima Lorenza, con la que habia compartido tantas cosas en su juventud, le pareció ver que le dirigia un fugaz guiño de complicidad, que no llegó a saber si era por lo bien que había terminado la situación o como recuerdo , ciertamente agradable, de algún pecado de adolescencia que ambos, habían cometido.
Su marido mientras tanto dirigió una orden a uno de los alguaciles a caballo y este según lo acordado se dirigió galopando a las afueras de la aldea donde el grupo de los religiosos que venian a consagrar la Iglesia habia esperado hasta que la situación se calmara.
Ese lugar del camino al Saucedo, aunque estaba muy cerca, no se veia desde el Trabuco y estaba detras de una revuelta del camino, alli donde tenia su vivienda un tal Manuel Garcia.
…. y la comitiva religiosa se puso en marcha en direción a la Iglesia.
(Continuará)
(Acompaño esta publicación con una imagen del documento original, del Archivo Histórico de Osuna, donde aparece el inventario al que hace referencia el texto.
Igualmente para una mejor comprension he «traducido» el texto a un lenguaje más comprensible, documento que también adjunto.)
Pepe Mateo
Contador de historias.